Y después de haber visto el documental “Poisoned: a dirty truth about your food” en NETFLIX que podemos decir? … más allá de que pueda provocarnos paranoia o miedo sobre los alimentos que comemos diariamente, creemos que es una herramienta valiosa para crear consciencia sobre la inocuidad de los alimentos, los peligros asociados y sus consecuencias, así como sobre el papel que desempeñan empresas,  gobierno, políticos, asociaciones, grupos de interés, activistas, investigadores y consumidores en la cadena alimentaria

Lamentablemente hoy en día no hay una garantía de que los alimentos que consumimos no nos hagan daño, la prioridad de las empresas en asegurar sus objetivos comerciales y económicos y la limitación de los gobiernos para desarrollar leyes que sean eficaces para evitar la llegada de productos contaminados al mercado convierten al consumidor en el principal actor para cuidar lo que come (qué alimentos compra, dónde los compra, cómo los almacena, qué debe revisar en la etiqueta, cómo los prepara, etc.) y por desgracia no todos los consumidores tienen el conocimiento para evaluar la información que proporcionan los fabricantes o preparadores de alimentos o ignoran los peligros a los que se enfrentan cada vez que piden una hamburguesa en un restaurante o compran una ensalada lista para su consumo en el supermercado.

Como lo veíamos en el día mundial de la inocuidad de los alimentos  «Las normas alimentarias salvan vidas«. Sabemos que las normas no sólo ofrecen a los agricultores y elaboradores orientaciones sobre la manipulación higiénica de los alimentos, sino que definen también los niveles máximos de aditivos y contaminantes, entre otros componentes, que pueden ser consumidos con seguridad y es nuestro trabajo hacer que las normas se cumplan dentro de la industria

Finalmente, para quienes participamos en el desarrollo e implementación de los Sistemas de Gestión de la Inocuidad de los Alimentos, es nuestra responsabilidad el facilitar la adopción y desarrollar sistemas eficaces que identifiquen los peligros asociados a los productos, impulsar la adopción de las mejores prácticas y crear conciencia en todos los niveles de la organización, desde los empresarios hasta los trabajadores para crear una cultura de inocuidad dentro de las organizaciones.

Hay que recordar que en algún momento todos (gobierno, empresarios, trabajadores, etc.) somos consumidores.

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